Como no recordar el nerviosismo que sintió mi esposo César cuando presenció el nacimiento de nuestro primer hijo por primera vez. Sus ojos brillaron de la emoción, no lo podía creer, era padre por primera vez.
Desde ese momento, César y yo nos propusimos cuidar a nuestro primer hijo lo mejor posible. En los primeros meses, tuvimos muchas malas noches y hasta ahora las tenemos; aprendiendo cada día a hacer padres. Tuvimos días difíciles, en especial yo que estaba aprendiendo a dar de lactar y a César que trataba de aprender a cargar bien al bebé y sacar sus gases. A pesar de todo el cansancio que teníamos, Cesar Junior siempre nos daba una alegría con su sonrisa.
Recuerdo como anécdota cuando me dio un cólico de gases terrible, me parece que comí algo con gluten sin saberlo, y tenía que dar de lactar al bebé y César me lo alcanzó para que tomara su leche; y así toda doblada y haciendo contorsionismo logré dar de amamantar al bebé. Un bebé no entiende si mamá está enferma, sólo desea su atención y sobre todo leche.
Cuando llegó nuestro segundo hijo, llenó más de alegría nuestro hogar. César ya se sentía un padre experto. Pensaba que tal vez, el bebé sería como César Junior. Estaba muy equivocado, los niños son muy diferentes, cada uno tiene su personalidad, y aunque parezca mentira se define desde muy pequeño. Así pasó con Cesar Junior y así pasó también con Oscar.
Oscar nació con más peso que su hermano mayor. Mi esposo César es de contextura delgada y luchó con cargar a su menor hijito. Actualmente, nuestro menor hijo pesa más de lo debido pero eso no es impedimento para que su papá lo cargue y lo arrulle tantas veces quiera.
Me parece que lo más difícil que se le hace a César, y hasta ahora lo es, es cambiar el pañal jajaja siempre me pide ayuda. Sin embargo, valoro el esfuerzo que él hace a cada función que como padre hace para ver feliz a sus hijos.
Si bien este post, no trata exclusivamente de como trato con la celiaquía todos los días, lo quise hacer especial para mi esposo y el padre de mis hijos que es César.
Gracias César por estar conmigo y apoyarme en mi día a día, en mi dieta libre de gluten y lo más importante, estar siempre presente para tus hijos. Para ti, feliz día.
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