jueves, 28 de abril de 2022

¿Enfermedad ocular y celiaquía? Mi ojo que no lloraba

 


Hace unos años, antes del diagnostico de celiaquía, fuí a ver al oftalmólogo. 

- Necesita usted unas gotas lagrimales – me dijo el oftalmólogo
- Así, y ¿por qué? – le pregunté
- Es que tiene el ojo seco – me respondió
 
¡Y vaya sorpresa que me llevé! No sabía que tenía el ojo seco, solo fui por un chequeo de rutina y el médico detectó que tenía el ojo seco. Esto fue antes de mi diagnóstico de celiaquía.
Pues las gotas artificiales me hacían sentir mejor, aunque no le daba mucha importancia a mi problema, pensé que todo era producto de mis alergias.

Pasaron los años, y nuevamente fui a consulta con otro oftalmólogo, y esta vez me dio un diagnóstico diferente.
 
- Tiene blefaritis – me dijo
- ¿Qué es eso? – le pregunté intrigada
- Tienes caspa en las pestañas, una inflamación  – me respondió

Me quedé pensando, tenía razón el médico, había notado una caspa en mis pestañas, y me molestaba, pero nuevamente le atribuí a mi problema de alergia, que bien era parte de la causa.
Usé las gotas y la blefaritis se me fui.

Tiempo después me diagnosticaron celiaquía, empecé con la dieta sin gluten y fui al oftalmólogo nuevamente por un chequeo. El médico me dijo que estaba bien, y le pregunté si iba a necesitar gotas artificiales (siempre me la recetaba por mi ojo seco).  

- No necesitas esas gotas – me respondió el médico
- ¿Por qué? Tengo el ojo seco – le respondí
- No tienes ojo seco, tus ojos están bien – me respondió el médico
Me pareció tan extraña esa respuesta, que investigué y lo que descubrí me sorprendió más.

EL OJO SECO ES FRECUENTE EN CELIACOS

Y no solamente descubrí eso, sino que:
“El no controlar adecuadamente la dieta en las personas celiacas, puede ocasionar el deterioro de la salud visual. Las enfermedades visuales asociadas a las personas que son celiacos son diversas y según un artículo publicado en la Revista Internacional de Oftalmología suelen darse por la mala absorción de los nutrientes y vitaminas de los pacientes”
Fuente: https://optometristas.org/noticias/dia-nacional-del-celiaco

Después de lo que averigüe, supe cual había sido la causa de mi ojo seco y me reafirmé que es muy importante tener buena salud, y seguir adelante con la dieta sin gluten.










lunes, 3 de agosto de 2020

La Cuarentena de Mamacé




Era octubre de 2019 y mi esposo me dijo que sería buena idea tener un viaje familiar (no salíamos de viaje desde que salí embarazada). César pensó que sería buena idea ir al Decameron de Punta Sal, nuestros hijos se divertirían mucho y pasarían tiempo cerca de la playa.

A mí no me gusta la playa, mas por el hecho que me caiga sol, me venga la migraña y me salga herpes… asi de especial soy, pero acepté por mi esposo y mis hijos. Sólo había cupo en Marzo, el 8 de Marzo por tres días (únicas fechas disponibles).

En mi mente pensaba que hubiera sido mejor, viajar en Enero o Febrero pero no había cupo asi que acepté.

Pasaron los meses, llegó Navidad, Año Nuevo y veía por televisión como en la provincia de China (Wuhan) aparecía un nuevo virus “el coronavirus”. Lo veía tan lejano, imposible que llegara aquí, al Perú, a mi país, en mi mente no saldría de China.

Llegó el 2020, y reconozco que cuando el reloj marcó las 12 anunciando la llegada del 2020, tuve un sobresalto, cosa que no me gustó.

-          ¿Qué pasará este año? – pensé- tal vez traiga una “sorpresa”.

E inició el año 2020, con muchos nuevos retos, objetivos en lo personal y familiar, con mucha expectativa y propósitos como lo publiqué en mi ultimo post del 28 de Febrero. A medida que pasaban los días, veía por televisión que el coronavirus se extendía a otros países, lo que era ya preocupante. El virus que veía tan lejos, ya lo veía cerca y ya con miedo. Llegó Marzo y apareció el primer caso en Perú. Me entró la duda si viajar o no con la familia, a ese viaje de paseo programado desde el 2019, así que decidimos viajar.

En el aeropuerto tuvimos todos los cuidados posible y nos mantuvimos lejos de la zona de entrada internacional. Mis hijos son pequeños y les advertí de los peligros del coronavirus y hay que mantener las manos limpias (estaba siempre con el alcohol en gel en mano y con mucho cuidado).

En esos tres días, mis hijos y mi esposo se divirtieron como nunca, se metieron a la piscina, playa, jugaron mucho, subieron a la cuatrimoto, al mototaxi. Yo siempre con mis medicinas en la mano, mi sombrero y mi crema especial para evitar la quemazón.  Reconozco que disfrute de la alegría de mi esposo y mis hijos, yo estaba preocupada por el avance del coronavirus y porque lamentablemente en el Decameron no entendían nada de lo que era comida sin gluten. En verdad lo único sin gluten que había era la gelatina Universal, que era certificada, sin gluten. Tuve un percance con el personal de la cocina del Decameron, sabían que la dieta de celiaco, era sin harinas … pero no sabían cuales, jajajaja, también pesaban que no debía tener sal. Al final, se molestaron conmigo por pedir una comida sin gluten todos los días y mencionarles que tuvieran cuidado al prepararlas. Menos mal, había llevado mis propios snacks aptos y con eso me alimentaba.  Igual dejé mi nota en el libro de reclamaciones y me fuí descontenta del lugar, pero estaba feliz que mi esposo y mis hijos la pasaron bien.

César decidió llevarme a un sitio de garantía en donde vendían productos y snacks sin gluten y terminé en DeliStop, la dueña es Rita y me recibió muy bien. Me sentí en casa, finalmente pude comer bien y sin problemas.



Llegó el 10 de Marzo y la situación se puso critica, era momento de regresar a Lima y algo en mí decía que debía regresar a casa de inmediato. Los controles del aeropuerto los ví mas estrictos y la gente asustada.

Llegamos a casa, todos felices y ya mas tranquilos.

-          Ahora, todo volverá a la normalidad  - pensé (que pensamiento tan inocente tuve)

Mis hijos regresaron al nido y al colegio respectivamente, mi esposo volvió a su trabajo y yo me puse a hacer mis dulces y tortas sin gluten como siempre. Todo bien.

De pronto, me empezaron a llegar mensajes comunicándome que el presidente en cualquier momento iba declarar la cuarentena en el país y me aconsejaban que me aconsejaban que me abasteciera de productos de primera necesidad.

Salí el sábado 14 de Marzo al supermercado y parecía día de descuento de papel higiénico “la gente se llevaba como loca todo el papel higiénico que encontraba”. Todavía recuerdo ver los estantes de papel higiénico vacíos, y la gente levándose cuanto producto de primera necesidad encontraba, por suerte agarré el único paquete de papel higiénico de 24 rollos que encontré. Yo sólo llevé un poco, la verdad no pensé que la situación se tornaría tan critica… hasta que el domingo 15 de marzo de 2020, el presidente mandó un mensaje a la nación que hizo temblar a todos. La cuarentena oficialmente iniciaba el lunes 16 de marzo de 2020. Ese mismo domingo, salimos mi esposo y yo a abastecernos con algo mas entre ellos Cloro, desinfectantes, menestras, arroz, verduras, es lo que más recuerdo.

Conclusión: Llegamos de nuestro viaje con las justas, porque sino nos hubiéramos quedado en el Decameron a pasar la cuarentena y eso definitivamente no hubiera sido nada bueno para mí. 


Inicio de la cuarentena (lunes 16 de Marzo de 2020)

Debo reconocer que el inicio fue estresante temía por mi familia, estuve al tanto de cada mensaje a la nación que daba el presidente. Al menos durante las primeras semanas, estábamos abastecidos pero ¿Qué pasaría después? Nadie lo sabía.

No extrañé la calle, siempre fui hogareña, en eso debo agradecerles a mis padres que como siempre trabajaban, me dejaban en casa al cuidado de mi abuela y me divertía con mis propios juguetes.  Mi hijo mayor me dijo que se sentía feliz en casa, aunque quería que sus amigos vinieran a visitarlo . A mi hijo menor extrañaba el parque pero ideó nuevas travesuras en casa.

Tomamos decisiones difíciles, como cambiar de colegio y de nido a mis hijos, fue una decisión de la que no nos arrepentimos. Ahora ellos se han acostumbrado a su educación virtual, y se les ve felices de tener nuevos amiguitos.



La que todavía no se acostumbra mucho soy yo, que mi paciencia debe incrementarse para enseñarles a mis hijos en cada clase (debo reconocer que me volví experta tomando fotos de las tareas de mis hijos) y puedan avanzar en su tarea sin presionarlos.



Mi esposo trabaja en casa, y bueno, el trabajo ha disminuido y a todos nos ha afectado.

Yo dejé de hacer postres sin gluten para la venta, quería estar mas atenta a mis hijos y tenía miedo de salir a la calle. Seguí con mi dieta sin gluten al pie de la letra, como siempre pero hacia dulces sin gluten para mi esposo y mis hijos que resultaron ser clientes exigentes.

Por recomendación médica solicite inyecciones de vitamina C, la piel la tenía muy dañaba y ahora que había que lavarse más y desinfectar mucho más, estaba agrietada y con heridas, me ayudó bastante.

Reconozco que las medidas dictadas por el presidente, en el aspecto económico,  en cierta medida, nos ayudaron a sobrellevar la cuarentena.

Casi todos los días conversaba con mis padres, y aunque me extrañaban mucho y yo a ellos, sabía que mantener la distancia era lo mejor.

Mi amiga Lizbeth de “Una Vida Gluten Free” me ayudó mucho con sus conversaciones por whatsapp, relajantes en estos momentos y se convirtió en mi mejor amiga.

Aprendí  cantar todos los días el himno nacional a las 8 de la noche por los médicos, enfermeras, policías en el balcón de mi casa y a agradecer lo mucho que hacen por los enfermos, aunque cuando llegó el invierno dejé de hacerlo.

Celebré el cumpleaños de mi esposo y mis hijos en casa, a pesar que no habian invitados, mis hijos se sintieron bastante contentos con el agasajo por sus cumpleaños.



Se acercaba el Día del Celiaco, 5 de Mayo, y había que celebrar que me encontraba de buena salud y se me ocurrió algo interesante... pero lo contaré en mi próximo post.

viernes, 28 de febrero de 2020

Propósitos de Mamacé para el 2020



1. Seguir con mi dieta sin gluten y jamas caer en la provocación de comer algo con gluten (lo cumplí en el 2019)
2. Realizar mi chequeo anual para que todo vaya bien.
3. Tener mucha paciencia y fuerza si me contamino por accidente (Dios protegeme de la contaminación).
4. Tener paciencia con mis hijos pequeños... A veces se me acaba y si aguanto el disgusto me agarra la migraña.
5. Tener mas paciencia con aquellas personas que por mas que se les explique, no entienden la dieta sin gluten (a veces pasa).
6. Hacer ejercicios. Si bien ya con mis hijos pequeños hago ejercicios, seria bueno ejercitarme para mantener buena salud y subir defensas.
7. Dictar mas clases de cocina y repostería sin gluten (empece el año pasado).
8. Siempre tener a mi familia unida en las buenas y en las malas.

Y si en esta lista cabe un deseo...

Pediría que todos los los celiacos y quienes tienen algún problema autoinmunes tengan buena salud este año. Con buena salud, y fuerza de voluntad todo se logra.

martes, 30 de julio de 2019

Mamacé en los Juegos Panamericanos Lima 2019



Siempre me gustó el atletismo, en especial la carrera de 500 metros planos, pero ahora la carrera en la que destaco es en llevar rápido al menor de mis hijos al baño antes que se haga piss en sus pantalones, jajaja.

Bueno, y en este año 2019, los Juegos Panamericanos se realizaran en Lima – Perú, donde nos encontramos viviendo actualmente, y grande fue mi sorpresa cuando meses antes del inicio de los juegos, por Instagram me contactó una periodista brasilera, que me comentó que había visto mi Perfil y quería que la ayudara en su alimentación sin gluten, ya que, hace meses fue diagnosticada e iba a viajar a Lima a cubrir el evento Panamericano.

Desde entonces, conversamos bastante sobre la dieta sin gluten, sobre el día de su llegada a Lima y sobre donde vendían comida sin gluten en Lima; y nos entendimos muy bien.

Pasó el tiempo, y vísperas del inicio de la semana de los Juegos, quedamos en encontrarnos a la vez que ella me pidió que le llevara un almuerzo sin gluten de mi local: @mamacesingluten. Ese mismo día, preparé su ensalada de quinua, su postre y su refresco, obviamente todo apto para celiacos, y teniendo en cuenta los cuidados respectivos.

Bueno, llegar al centro de prensa, llevando el almuerzo, me fue un poco difícil, había muchas restricciones en el ingreso, mucha seguridad y nos enviaban a Cesar y a mí mas lejos de nuestro punto de entrega (ganas no me faltaban de tener una credencial).

Finalmente, cuando llegamos al punto acordado, me encontré con mi amiga y nos recibimos con un gran abrazo. Me comentó que había ido al supermercado, y se había sentido aliviada de encontrar productos sin gluten. Recibió con bastante agrado su almuerzo y me mostró su ansiedad en querer comerlo de una vez, una comida peruana sin gluten. Nos íbamos a mantener en contacto ante cualquier duda de que producto podía consumir.

Nos retiramos del local y en el lapso de una hora, me escribió diciéndome que le encantó el almuerzo y se quedó satisfecha.

Fue un muy buen día para Mamacé.

miércoles, 24 de julio de 2019

Ni alcohol, ni pañitos húmedos, sólo jabón




Hace poco me vino a la mente, el día que estuve en una fiesta infantil con mis pequeños hijos, y por alcanzarle un pan con gluten a uno de ellos, me quedé con las migas en la mano, sin posibilidad alguna de ir al baño a lavarme las manos con agua y jabón. Es una situación que a cualquiera Celíaco le puede pasar, que por no ser mal educado quiere alcanzar, a costa de su propia salud (peligro de contaminación) , algún alimento con gluten a una persona o bien trasladarlo a otro lugar. No es exageración, hay celiacos más sensibles que otros y si por algún accidente se lleva la mano a la boca, contaminado quedó.
Una amiga cercana, celíaca también, me comentó que para quitarse el gluten de las manos solo sirve el agua y el jabón y está en lo cierto.

Y el pañito húmedo? El pedazo de tela húmedo, que puede y tener o no tener fragancia, que algunas mamás (como yo) llevamos en nuestra cartera para hacer frente a cualquier emergencia de nuestros pequeños hijos y por que no?? también nos sirve a nosotras mismas, en este caso no sirve. El gluten se queda pegado en la mano por más paño húmedo que uno se frote.

Y el alcohol? Si bien el alcohol es un desinfectante, el gluten no es una bacteria para que el alcohol lo elimine, sin embargo nos puede ayudar de otra manera:

En la web, Más allá del gluten, una usuaria recomendó que para limpiar bien un horno y dejarlo libre de gluten, hay que limpiarlo con alcohol etílico, las proteínas del gluten son solubles al etanol. Claro que hay que dejar que se evapore el alcohol del horno, antes de utilizarlo, el etanol es inflamable.

En el fanpage de la Comunidad Celiaca Argentina, encontré que para la limpieza de utensilios después de agua y jabón, se le echa una solución de alcohol de 70% + 30% de agua y ayuda a que se desprenda cualquier partícula que haya quedado de gluten en los utensilios.

En el caso de las manos, sólo sirve el agua y jabón, así que para la próxima tomaré mis precauciones.

martes, 9 de abril de 2019

Qué hace un celiaco en una panadería?!



Hace un año, un compañero de trabajo me envió un mensaje de texto y me pidió comprar pan, se le había echo tarde y no tenia para el desayuno.

-Qué cosa??? Me estas ofendiendo - le dije
-Ofendiendo en qué? -me respondió mi amigo un tanto confundido
-Te olvidaste que soy celíaca? no puedo entrar a la panadería -le respondí--sino con gusto.

A partir de ahí me puse a pensar que tan perjudicial puede ser para mí entrar a la panadería, solo el simple echo de entrar y no comer nada. Pues hay varias razones:

-Usualmente en las panaderías, se trabaja con harina para elaborar el pan, la harina es muy volatil y puede contaminar fácilmente a una persona celíaca. Todos los celiacos somos diferentes, unos dirán que no les pasa nada cuando entran a la panadería pero a otros ya se sienten intoxicados.

-En varias panaderías, hay una sola puerta de ingreso tanto para clientes y proveedores. Cuando llegan los proveedores de harina cargando los sacos y a veces esparciendo harina por el suelo... Para un Celíaco altamente sensible será mejor que salga corriendo.

-En el caso que sólo un Celíaco entre a la panadería a comprar pan, o alguna galleta o algún producto relacionado con el desayuno de todos los dias, esta en una panadería y la persona que despacha el producto puede haber tocado harina o manipulado algo con gluten y de manera indirecta por contaminación cruzada, una persona celíaca se intoxique.

La última vez que entré a una panadería lo hice con una mascarilla y procure no tocar ni la pared... Me faltó ponerme guantes. Regresé a mi casa y me lavé de inmediato. No es exageración, solo quiero estar bien de salud.

Es por ello, como escribí en mi post de como supe que era celíaca que renuncie prácticamente a seguir trabajando con la harina de trigo, a pesar que mi sueño era abrir una pastelería. Era buena haciendo mis postres con gluten y me costó aceptar el cambio, pero le di vuelta al pastel y ahora hago mis helados y postres sin gluten que cada día mejoro la receta y busco que se parezca a un postre normal con gluten.

Así que volviendo al tema de la panadería y eso implica trabajar directamente con trigo, inclusive en una pizzeria, puede ser peligroso para un Celíaco y personas sensibles al gluten. Si por el momento, un Celíaco me dice que no ha sentido problemas, que se acuerde que hay celíacos asintomáticos y no espere a enfermarse para cuidar de su salud.
Es solo un consejo, la decisión la tomas depende de uno.

lunes, 21 de enero de 2019

Eliminando la “Cándida”


Después de que me diagnosticaron celiaquía, si bien en un principio me encontraba “perdida en el espacio” a medida que pasaban los días, las semanas, los meses hasta los años pues iba aprendiendo cada día más cosas, es que uno nunca termina de aprender, y en casos de celiaquía pues siempre aparece algo nuevo.
En mis primeras semanas después del diagnóstico, y siguiendo mi dieta libre de gluten, como lo comenté en mi post “Como supe que era celiaca” pues me seguía sintiendo muy mal y con diarrea. 
No sabía que pasaba, así que acudí donde mi nutricionista y después de sacarme el examen de alergias alimentarias para ver si tenía algunas, decidió darme una orden para hacerme un examen especial de heces y detectar la presencia de cándida a través de un Coprocultivo. Esto que les cuento fue hace 9 años aproximadamente, actualmente me parece que hay otros exámenes para detectar cándida, pero en ese momento debía recolectar heces por varios días y que le hicieran un buen estudio a ver si tenía este hongo.
El resultado del coprocultivo salió positivo:
“Colonización intestinal por Candida Albicans. Aumentado. Potencialmente patógeno. No deseable.”
Según lo que me dijo mi nutricionista, todos tenemos este hongo, pero cuando está fuera del rango o está aumentado, hay que realizar un tratamiento de inmediato. 
Yo no sentía ningún problema vaginal, porque usualmente uno asocia la cándida con problemas vaginales, pero en mi caso no fue así, el mío era gastrointestinal.
Entre las diferentes causas que puede ocasionar tener la cándida albicans, a modo personal, a mí me apareció por mi propia celiaquía, por el debilitamiento de mi sistema inmune y también por el hecho que había tomado tantos antibióticos en mi vida para tratar mis problemas de salud que todo en su conjunto había contribuido a este diagnóstico.
Debía tomar una medicina por varias semanas, para eliminar la cándida, eso sí, me iba a venir diarrea. Aparte que se me hacía muy cara la dieta sin gluten, la medicina estaba muy cara y escapaba de mi presupuesto. Mi nutricionista me hizo un régimen de dieta especial en donde aparte de eliminar el gluten, todos los alimentos a los que era alérgica, también eliminaba el azúcar que contribuía al aumento de la cándida.

Busqué alguna medicina alternativa, y una tía mía que es vegetariana, me aconsejó ir a buscar a un médico homeópata y que le contara el problema que tenía.
El médico que me atendió me dio medicina homeopática, que consistía en unos pequeños granulos que tenía que consumirlos todos los días, para eliminar la cándida (verifiqué si eran libres de gluten y así fue).
Lamentablemente, no me salvé de la diarrea que me vino pero sin embargo y para mi felicidad una vez terminado el tratamiento homeopático, eliminé el hongo después de unos exámenes que me hice para corroborar si éste había desaparecido.

Después de eso, con una dieta sin gluten y eliminando alimentos alérgenos que me hacían muy mal, y tomando vitaminas, logré recuperarme totalmente.