domingo, 22 de abril de 2018

Crónica de un desayuno dominguero "sin gluten" fallido




Llegó el domingo, y tuve la idea de hacer algo diferente a los demás domingos “tomar desayuno fuera de casa con la familia”.  Era las 7:30 de la mañana, y le dije a César mi idea, y le gustó. Le pasó la voz a sus padres y nos organizamos para una salida dominguera. Alisté las cosas de los niños, traté de arreglarme alguito y salimos. Saldríamos a desayunar en un restaurante que tenía opciones libres de gluten y que anteriormente había ido y no tuve problema alguno, el personal estaba bien informado.

Llegamos, nos instalamos y esperamos al mozo. Cuando llegó el mozo, la primera en pedir la orden fui yo.

- ¿Alguna opción sin gluten? –pregunté esperando una respuesta afirmativa.
- No hay en la carta –respondió el mozo.
- ¿No hay? –pregunté nuevamente al mozo.
- Le podríamos dar jugos, ensalada de frutas, y aquí hay una lista de sándwiches vegetarianos –me respondió el mozo.

Miré la carta a ver esa lista de sándwiches vegetarianos, a ver si eran de panes de arroz, maíz y lamentablemente no había nada de eso.

- Pero estos sándwiches tienen pan integral –le dije al mozo
- Sí, así es, es lo que usted está buscando – me respondió el mozo
- La dieta sin gluten es sin trigo, avena, cebada y centeno. Este pan de harina de trigo integral y tiene gluten, no lo puedo comer –le respondí
- Entonces le sirvo un jugo o ensalada –replicó el mozo

Me sentí decepcionada. Hace un tiempo cuando asistí al restaurante, hasta me dieron pan sin gluten y tuvieron cuidado en mis cubiertos. Tenían noción de la dieta sin gluten, pero ahora me estaban ofreciendo un sándwich vegetariano con harina integral. El mozo no tenía ni idea de la dieta del celiaco.

- Me trae dos huevos sancochados con cáscara y todo. Sin pelar –le dije al mozo
- ¿Con cáscara? –me preguntó intrigado
- Sí, con cáscara, no vaya ser que lo pelen, después de haber manipulado algo con pan –le respondí un poco alterada.

El mozo no tenía la culpa, no sabía, no le habían capacitado sobre el tema; pero me sentía mal. 
Me disculpé con César y salí a buscar una farmacia para comprar una leche vitaminizada libre de gluten, que sería mi desayuno.
Regresé al restaurante y llegó el mozo con una bandeja de panes de trigo que habían ordenado mi esposo y mis suegros, lo puso en frente mío. Le pedí por favor, que lo alejara de mí. El mozo entendió y lo apartó.

Luego observé que el mozo, despachaba bastante pan a todos los clientes, y aparecieron mis dos huevos sancochados sin pelar. Sólo me comí un huevito, me sentía incomoda, tenía el olor de todos los panes del restaurante en mi nariz, se veían realmente ricos.
- Esa leche vitaminizada es como un desayuno completo –me dijo César, tratando de tranquilizarme.
En ese momento, llegó el desayuno de mis hijos y le empecé a dar a uno de ellos, su juguito y su tamalito que tanto le gustaba… y ya estaba a punto de ponerme a llorar, mas porque había sido idea mía salir, para tener un desayuno inolvidable, aunque en el fondo sí lo fué. Me hubiera quedado en casa, preparando el desayuno.
Así que me animé a decirle a César que saldría a comprar algunas cosas en el supermercado, habían dos supermercados cerca. César no entendía, porque se me ocurría salir en ese momento, pero accedió y me fui con uno de mis hijos.

Trate de relajarme en el supermercado, pero mi hijo mayor parecía que había tomado energizante, y se puso a jugar con la carretilla del supermercado, lo que hizo que me alterara mas. No soy mamá perfecta, pero intento serlo. Respiré profundo y al menos algunas cosas para la semana compré. 

- Vamos Carmen, ánimo –me decía a mí misma- acuérdate que quedó un pedacito de torta sin gluten en tu refrigeradora (la que sobró del cumpleaños de mis hijos).  

Regresé al restaurante y simplemente no entré. Esperé a que saliera César con mi otro hijito, para regresarnos a casa y poder comer alguito. Ya aprendí mi lección, otro día llevo mi lonchera o sino me quedo en casa a preparar el desayuno.





viernes, 20 de abril de 2018

Y llegó el gran día: El cumpleaños de mis hijos



Organizar el cumpleaños de los hijos, debería considerarse uno de los trabajos mas arduos y a la vez con mas amor que existe, vale la pena con tal de ver la sonrisa de ellos, y mas aún si son pequeños.
Me esforcé el máximo para que todo saliera perfecto, y con una Mesa sin Gluten. Mi esposo César estuvo apoyándome, y como primer paso, me sugirió que las invitaciones a la fiesta, tuvieran el símbolo sin gluten (aunque nadie supiera que cosa era) debería estar en la invitación. César hizo el diseño y salió genial y las empezamos a repartir en físico y otras a pasarlas por Whatsapp.





Me fui a los supermercados con César a buscar dulces sin gluten. Si bien conocía de algunas marcas, descubrimos mas dulces libres de gluten, entre ellas conseguí  frunas, gomitas, wafer, chupetes, lentejitas, chocolates y galletas.




Después de comprar todo eso… empecé a dudar si ofrecer una Mesa sin Gluten, para comérmelo todo yo solita, nadie mas iba a valorar los dulces sin gluten como yo, jajaja. Pero ¡no!, quiero que la gente pruebe, quería ver su reacción, a ver que pasa.

La niñera de mis hijos, bajo mis indicaciones e ingredientes sin gluten preparó la mazamorra morada, arroz zambito, gelatina y la chicha morada.

Yo, me encargué en preparar las trufas, los alfajores, el mousse de chocolate, cupcakes decorados con manjarblanco, crema chantilly y grageas y las 2 tortas, todo sin gluten.







Respecto a las tortas sin gluten, decidí hacerlas yo, hace un buen tiempo. Hice varias pruebas meses antes, para lograr la torta soñada. Las tortas estuvieron rellenas de manjarblanco Nestle, libre de gluten y si bien no era torta de chocolate, consideré el hacerle un baño de chocolate, de esta manera consentía a mis hijitos con su postre favorito y decorando cada torta con las frutas que mas les gusta a cada uno; menos mal mi hijo mayor ya estaba mejor de su alergia, así que tenía permiso del médico para “pecar” ese día especial.



Los sándwiches de pollo debían estar, y me tocó buscar a un buen proveedor, que elaborara panes sin gluten y de confianza. Me contacté con la empresa Yunka Kusi, a preguntar si hacían panes ¡Que buena pregunta! Si siempre hacen panes y bollerías sin gluten. Hice mi pedido, a pesar que no había comprado nunca sus panes, pero confié, porque había comido el paneton y me gustó. El relleno sería pollo con mayonesa y la mayonesa sin gluten sería una que encontré en un supermercado de Lima, en una sección de El Corte Inglés.
Recuerdo que un dia antes de la fiesta solo dormi un par de horas, y finalmente logré terminar.

Sobre la decoración, como anécdota contare que participé en una subasta y gané el alquiler de menaje de trupan que son los más solicitados en fiestas infantiles. La proveedora me dijo que los pintaría antes de entregármelos. César y yo nos encargamos en la decoración de la mesa, pusimos los bocaditos y un letrero indicando “Mesa sin gluten" junto con la foto de nuestros hijos. Con los dotes de diseñador de César y mi afición al scrap, la mesa quedó lista.





El ajetreo fue fuerte, César y yo calculamos que irían 25 niños, a los mas 30 y eso que habíamos repartido como 45 invitaciones. Se nos había metido en la cabeza que no todos irían al cumpleaños, era día de semana, los padres estarían ocupados…nos equivocamos, pues fueron 40 niños con sus respectivos padres y algunos con niñeras y había que atenderlos a todos como se debiera. A los pequeños les encantaron los dulces, a los padres y niñeras igual. Algunos me preguntaban sobre la Mesa Sin Gluten, y les expliqué en que consistía. Cuatro horas duró la fiesta, y recuerdo que recién al final, logré sentarme y para comer los sándwiches que se hizo de los panes de Yunka Kusi que quedaron muy ricos. Así que tranquila con la bandeja de los sobrantes, me dí mi gustazo, pero eso sí a controlarse no vaya a ser que termine mal del estómago, y no por haber comido algo con gluten, sino por tragona jajaja.









jueves, 12 de abril de 2018

Dilema golosinero



Desde hace unos días, había notado que mi hijito mayor se rascaba insistentemente el brazo y el dorso de las manos y habían aparecido unos puntitos rojos. Así que, para salir de dudas, decidí llevarlo al dermatólogo.
- Tiene una dermatitis producto de una alergia –diagnosticó el médico -¿alguno de ustedes es alérgico? –preguntó
Aquí la mayor culpable soy yo así que se lo manifesté al médico.
- Yo –le respondí-altamente alérgica y soy celiaca
- Bueno, yo soy solo alérgico –respondió César
Mi esposo también es alérgico, no tanto como yo, en conclusión: nuestros hijos están premiados.
- Entiendo –dijo el médico - le recetaré una crema y un jarabe antialérgico y no deberá comer nada de chocolate, y ninguna golosina con colorante, ni preservantes por dos semanas –dijo el médico
- ¿Dos semanas? Dentro de poco será su cumpleaños ¿no comerá nada? –le comenté al médico un tanto preocupada
- Uhm, bueno sólo por el día de su cumpleaños, que coma algunos, pero supongo que para esa fecha ya no tendrá esta alergia –respondió el médico
- Yo haré la torta, sin gluten y algunos bocaditos también ¿y si los bocaditos son de casa? –le pregunté nuevamente al médico - ¿hay algún problema?
- No habría problema, siempre y cuando no tenga colorantes, ni preservantes –respondió el médico
En ese momento, se me iluminó el foquito y me acordé de los dulces orgánicos.
- ¿Y puede comer caramelos orgánicos? –le pregunté nuevamente
- ¿Qué es eso? –me preguntó el médico
¿Qué cosa? ¿No sabe que es un producto orgánico? Mas me sorprendió que supiera que era celiaquía, pero que no sabía que era un producto orgánico me sorprendió.
- Los caramelos orgánicos no tiene colorantes artificiales, ni preservantes –le respondí
- Uhmm, puede ser –me respondió con cierta duda.

¿Y ahora? ya había decidió hacerle un cumpleaños a mis hijos con bocaditos libres de gluten ¿Cambiaré el “menú golosinero sin gluten infantil”? Ya había comprado algunos dulces sin gluten, no orgánicos y varios con chocolate que tanto les gusta a mis hijos, pero ante este diagnóstico estaba con incertidumbre.

Conversé con mi nutricionista, y le pregunté qué tan perjudicial podría ser para mi hijo que consumiera dulces orgánicos estando con alergia. Me respondió que si le podría afectar, porque uno también es alérgico a sustancias naturales.
La decisión estaba en mis manos. Así que después de darle vueltas al asunto, si bien iba a preparar torta de chocolate, la haré sin chocolate y consideraré el manjarblanco sin gluten que venden en Perú. Me acordé de mis cumpleaños cuando era niña, que mi abuelita Olga me preparaba mi arroz con leche, mazamorra y con mucho afán lo ponía en la mesa para que comiéramos junto con la gelatina. Haré la mazamorra morada y su arroz con leche. Sobre la gelatina aunque si bien tiene tartrazina (colorante alimenticio causante de alergias), debe estar presente para todos los invitados y sé que mis hijos comerán un poco porque más se animarían a comerse su combinado. Los caramelos serían orgánicos ya lo decidí, por el estado de mi hijo prefiero que consuma esos caramelos, no serán muchos (el bolsillo aprieta), aunque serviré también un poco de los caramelos no orgánicos que compré.
Sobre lo salado, los sándwiches de pan sin gluten estarían presentes y de bebida la muy rica y refrescante chicha morada (bebida hecha de maíz morado). La gaseosa (refresco con gas) para los padres.

Veré si incluyo más cosas en el menú golosinero, seguiré pensando me quedan unos días.

sábado, 7 de abril de 2018

Organizando un cumpleaños sin gluten




Se acerca el cumpleaños de mis hijos, los príncipes de Mamá Celiaca, ambos nacieron en el mismo mes, así que cada vez que se acerca la fecha de los cumpleaños de mis hijos, siempre me planteo la misma pregunta, desde que nacieron:

1.       ¿Sirvo bocaditos sin gluten a mis invitados?

El año anterior, celebré los cumpleaños por separado, aunque en el caso del menor fue una reunión pequeña, mi hijo era pequeñito y ni cuenta se daría si realizaba una gran fiesta… Y de paso que me ahorraba algo. Y en cuanto a los bocaditos, mis hijos no son celiacos, pero mamá SI, así que los bocaditos eran con gluten a excepción de las tortas, que esa la hice yo, con mucho cariños para mis hijos. Los invitados comieron todo, y yo …  la torta por supuesto, no toda, jajajaja, pero parte de ella.

Sin embargo, este año, mis hijos están mas grandes, y son mas vivos que papá y mamá juntos. Y volviendo la pregunta a la mente, decidí que este año sería diferente, me arriesgaría a preparar una mesa con bocaditos libre de gluten, buscaría dulces aptos, sándwiches libres de gluten, otros bocaditos y la torta la haría yo como siempre.

Le comenté a algunos familiares cercanos y tuve varias opiniones encontradas:

-          Te saldrá muy caro, es arriesgado

-          ¿Pero los caramelos sin gluten tienen igual sabor que los normales?

-          Espero que a todos les guste, no es normal encontrar una mesa sin gluten

Actualmente, me encuentro sacando cuentas, para que mi bolsillo no me duela tanto… hay algunos productos sin gluten que en verdad, no deberían costar tanto. Pienso hacer unos bocaditos en casa, buscando que el sabor, contextura y aspecto sean muy parecidos a los de trigo. De vez en cuando, hago mis dulces, a mis hijos y mi esposo les gusta, pero ahora el reto será mayor y tendría que salir perfecto para que mis hijos, mi familia en verdad lo disfruten. Me quedan unas semanas para ir practicando y ver que bocaditos irán en la mesa, que gusten a grandes y chicos.