jueves, 9 de agosto de 2018

“Mi hija no quiere hacerse el descarte de celiaquía”



Un buen día, le propuse a César ir a “La Casa del Celiaco” a almorzar algo rico.
Llegamos, nos pusimos cómodos y ordenamos lo que queríamos comer. Mientras eso sucedía, a mi costado derecho estaba una señora que también había pedido algo para almorzar y las dos nos pusimos a conversar.

-¿Eres celiaca? –me preguntó
-Sí, lo soy –le respondí- ¿usted también es celiaca? –le pregunté
-No lo sé, pero creo que sí –me respondió- ¿desde hace cuantos años eres celiaca?
-Desde hace 7 años y medio –le respondí
-Estoy buscando un buen médico para que me haga el descarte de celiaquía, ¿es por análisis de sangre verdad? ¿a qué medico debo acudir? –me preguntó la señora.
-Es por análisis de sangre y biopsia de intestino –le respondí- a mí me hicieron los dos, y en los dos salí positiva.
-Ahhhh, bueno yo vengo a almorzar eventualmente aquí, me hace sentir bien –me comentó la señora -¿Cómo te diste cuenta que eras celiaca?
Aquí le hice un resumen de todos mis síntomas que comenzaron desde que eran muy pequeña.
-Eso mismo le pasa a mi hija –me comentó- ella tiene 30 años, es casada, pero cada vez que come algo con harina de trigo se descompone.
-¿Por qué no le dice que se haga el descartes de celiaquía? –lesugerí
-Ayyyy, tantas veces le he dicho, pero no me hace caso –me respondió- dicen que son cosas mías, que la deje tranquila, pero no puedo estar tranquila, es mi hija. Día a día veo como se enferma continuamente, y yo no puedo hacer nada.
Me quedé pensando en ver como ayudar a la señora y le sugerí que lea mi blog.
-Eso haré, pero mi hija tiene un carácter tan irritable, que las pocas veces que nos vemos discutimos, porque yo le hago una dieta especial sin gluten y ella en mi cara se pide una lasagna, tallarines y se come en mi cara –me respondió con tristeza.
En ese momento, traté de entender a las dos. La mamá que quiere curar a su hija, y la hija que no quiere recibir ayuda.
-¿Alguna vez la ha visto algún médico a su hija? –le pregunté.
-Sí, ha pasado por muchos médicos y ya se cansó, también le han tocado unos médicos muy malos –me respondió.
-Pero, debe recuperar su salud para que viva bien –le sugerí.
-Claro, eso mismo le digo, pero no hace caso. Mira que ella está muy subida de peso, y come un montón –me respondió.
-Mire, creo que ya hizo todo lo posible señora –le respondí- ya depende de ella, porque es adulta, sólo dígale que se atenga a las consecuencias.
-Sí, sé que le puede venir una enfermedad mas grave, ya no sé que hacer –me comentó- te cuento que mi hija no toma licor, pero hace años salió con unos amigos y se tomó un vaso de cerveza y tuvieron que llevarla de emergencia al hospital. Casi se muere.
-Puede ser celiaca, pero eso lo diagnostica el médico –le dije- le daré algunas referencias para que también usted se haga los exámenes.
-Gracias, me has ayudado –me dijo- ojalá y pueda convencer a mi hija, no tengo apoyo ni de mi yerno, ni de mi esposo.

Ambas nos despedimos con un fuerte abrazo. Estoy segura que la señora, pase lo que pase, no dejará sola a su hija. Me acordé de mi madre, que jamás me dejó sola ni antes, ni durante, ni después que me diagnosticaron celiaquía; y le agradezco infinitamente.
Hay varias personas que pasan lo mismo, que la amable señora de la historia, a quién mantendré su nombre en reserva. Como van las cosas, es muy probable que su hija reaccione cuando “toque fondo” en pocas palabras, que le pase algo muy grave y se lleve el susto de su vida, sólo espero que cuando eso suceda, no sea demasiado tarde.

Si tú me estás leyendo, y eres la hija de la señora, mira que comprendo a tu madre, trato de comprenderte a ti. Debes saber que eres una persona especial, tu madre te quiere por sobre todas las cosas, quiérete tú también. Es muy bonito disfrutar la vida con buena salud, sin salud, nada se puede lograr y hazte el descarte de celiaquía de inmediato. Si sale positivo, no estás sola, hay varios celiacos, incluyéndome, que te podemos ayudar. Un abrazo.