Llego 29 de Julio, seguimos en fiestas patrias. Yo soy dulcera desde que nací, asi que supondrán lo difícil que fue para mí despedirme de varios dulces cuando se me diagnosticos celiaquía. Uno de mis dulces empaquetados favoritos era el trigo atómico, y el trigo con miel jajajaja, lo reemplacé por quinua y kiwicha pop.
Pues bien, hoy día se me antojo un arroz con leche, sin lactosa por supuesto, no quería terminar las fiestas patrias en el baño. Así que buscando en el Facebook, me enteré que Alessandra Perona de Twins Café, estaba preparando un arroz con leche en base a leche de coco. En solo leerlo en Facebook se me hizo agua la boca. Le dije a Cesar que hoy, teníamos que comer ese dulce como de lugar, hay que cerrar las fiestas patrias con broche de oro.
La verdad me la pase pensando en el dulce todo el día. Muchas veces no tengo mucho tiempo en preparar comida para mi familia, o algun dulce sin gluten; como mencioné una vez trabajo de lunes a viernes y cuando llego me dedico a mis hijos y duermo tarde. Los fines de semana pues me reparto en estar con mis hijos y con mi esposo también, salir un rato al parque, visitar a la familia, amigos, los niños se aburren mucho estando en casa, necesitan botar energías fuera de ella. Conclusión: no hay tiempo para cocinar, así que contrate a una señora para que lo haga, pero estamos en fiestas patrias, así que no quedaba otra que almorzar afuera.
Cesar y yo nos encontramos solos con nuestros dos hijos. Nuestros hijos totalmente llenos de energía y nosotros, unos padres cansados. Así que con toda la energía que nos quedaba, nos fuimos a Twins Café en Barranco, y nuestros angelitos llegaron dormiditos.
-Tal vez podamos almorzar tranquilos –pensé
Me equivoqué.
Mi hijito menor se despertó, mi gordito encantador, y como todo gordito tiene buen apetito. Se tomó su sopa de verduras que pedimos, comió su pancito libre de gluten y hasta probó un poco de la pizza libre de gluten que pedimos. Los pañitos húmedos que sirven para limpiar el potito de mi bebé, nos sirven para todo, limpieza de manos, de cara, de mesa, pañitos multiusos; así que cada vez que salimos a almorzar los cargamos y nos salvan de emergencias. Volviendo al tema de Twins Café, ninguna queja de la comida, todo estuvo muy rico.
César Junior se despertó y solo quería brazo de mamá. Yo lo cargué un poquito. La señorita muy amable que nos atendía se ofreció a ayudarnos con nuestros hijos, porque vio que no podíamos almorzar tranquilos. Mi esposo, le dio al bebé, y mandó un grito que hizo temblar el local. Así que papá lo tuvo que cargar nuevamente. César Junior estaba sin apetito, no quería nadita, ni el dulce, pero no importa ya habrá un momento que le dé hambre. Llegó el tan esperado arroz con leche, tenía un estilo diferente al tradicional, pero estaba rico.
Nos retiramos, y César y yo terminamos zombies de todo lo que habíamos comido. No sé como César nos llevó a casa manejando, nos habíamos relajado bastante. .. pero mis hijos estaban tan vitales que nos despejamos un poco, para agotar lo que nos quedaba de batería para atenderlos. Así es la vida de padres, por los hijos, todo se puede.
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