Los días de Mamá Celiaca a veces no siempre son buenos, pero pueden mejorarse en el transcurso del día.
El día de hoy, me levanté temprano a irme a trabajar y me lleve con la sorpresa que uno de mis hijos había mojado la sábana. Mientras le cambiaba la ropa, me acordé que se me había acabado mi pan sin gluten para mi desayuno.
Me quedé media asustada, sólo tenía mi suplemento alimenticio y mi infusión de hierbas que me podían salvar el desayuno. Salí apurada de la casa, ni fruta llevé, ya pesaba mi lonchera con mi tapper de vidrio de mi comida del almuerzo, mis frascos de pastillas, mi llaves y billetera. Llegue al trabajo, me tomé mi suplemento alimenticio, y me quedé con hambre. En mi centro de trabajo, no venden nada sin gluten, la única galleta que vendían desapareció… a la cafetería no quiero llamar, la última vez que llamé me dijeron que no me podían prepararme nada. Llamé a mi esposo a ver si me podía ayudar, y me dijo que sí, pero no sabía a qué hora me llevaría lo que pedía. Llamé a un amigo del trabajo que todavía no había llegado al trabajo a ver si encontraba algo sin gluten y fue directo con sólo dos frases cortantes: "no puedo".
Así que tuve la brillante idea de llamar a empresas proveedoras de pan sin gluten a ver si me podían atender esta emergencia.
Lamentablemente a la primera empresa, que hace un pan sin gluten magnifico, me dijo que no podían atenderme porque no habían preparado pan ese día y la persona que me atendió se mostró muy comprensiva conmigo. Gracias, me encantan que comprendan mi situación.
Llamé a otra empresa, que mejor no la menciono, que elabora productos sin gluten, y me dijeron que los panes los entregan en la tarde, y es a pedido. Cuando pedí gentilmente que si me podían traer un pan sin gluten por la mañana, sentí que la señorita se desesperó ante mi insistencia, y me dijo:
-Señora, le digo que sólo hacemos entregas por pedido y la entrega es en la tarde –me dijo un poco alterada
-Gracias –sólo dije eso
Supongo que la dueña o dueño de la empresa, no son celiacos y no entienden lo desesperante o angustioso que es quedarse sin desayuno, que el estómago se retuerza y no poder comer nada de nada. No entiendo ¿entregan pan en la tarde? Pero se desayuna en la mañana ¿es para el lonche?¿quiere que nos comamos un pan frío en el desayuno?. No sé qué opinan ustedes… es mi punto de vista.
Llamé a una amiga que también vendía pan sin gluten, y tampoco me podía entregar un pan porque no tenía preparado. Sin embargo, me dio muestras de una amistad y comprensión que a veces una celiaca como yo, poco encuentra. Me dijo que si tuviera un pan sin gluten en su casa, con gusto me lo llevaría. Esos detalles solo muestran el verdadero significado de la amistad. Casi se le salen las lágrimas. Ambas somos celiacas y nos ayudamos, y es lo que busco en este blog también ayudar a varias personas que estén en mi situación o que tengan hijos celiacos o con algún problema de salud que les impida comer gluten.
Después de eso recibí mensajes de una amiga celiaca también que junto conmigo, empezamos a hacer catarsis de lo difícil que es seguir la dieta para nosotras. Al final terminamos riéndonos las dos.
Finalmente llegó la hora del almuerzo, y pude almorzar. Salí al supermercado más cercano a buscar el dichoso pan sin gluten, que estaba agotado también. Sin embargo, encontré unas hojuelitas libres de gluten y las compre inmediatamente. Ya tenía mi próximo desayuno asegurado con mi suplemento y mis hojuelas.
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