Hace dos semanas se enfermaron mis tres hijos:
1. El mayor de ellos, mi esposo César por comer demás
2. El segundo de mis hijos, por indigestión
3. Y el menor, porque todo se mete a la boca y se comió algo del piso (sigue gateando).
Como el caso era de urgencia, había que hacer panetela.
La verdad, yo pensé que era experta haciendo panetela, como usualmente tenemos problemas estomacales, yo por mi celiaquía y mi esposo por su gastritis, tenía práctica.
Me puse manos a la obra e hice la dichosa panetela: con arroz tostado y cocido, zanahoria cocida y membrillo sancochado; todo licuado con un poco de agua y con algo de azúcar. Mi esposo se la comió con mucho gusto, creo que él disfruta enfermarse porque le gusta la panetela que hago. Mi otro hijo se la come como mazamorra y mejoró. Pero al menor de todos... pues no sabía si darle la panetela, tenía recién un año, así que decidí darle un día de manzanilla y luego volver con la leche sin lactosa, mala decisión. Volvió con la diarrea. Es así que acudí a pedir los sabios consejos de una amiga mía, Eliana quien es celíaca y tiene hijos celiacos también; quien mejor que ella para ayudarme.
Me dio la receta:
La panetela para un niño pequeño es solamente el agua resultante de la cocción del arroz tostado, y la zanahoria. Que le debía echar canela sino no lo comen.
Esa bebida milagrosa hizo finalmente que mi bebé se regulara y la diarrea cese. No hay nada más preocupante que un bebé tenga diarrea, se deshidratan tan rápido y a mí me puso los pelos de punta.
Aún así decidí llevar al gastroenterólogo pediatra a mis hijos... menos al mayor (mi esposo), él ya tomó su panetela y se curó jajaja.
El médico aparte de hacerles el chequeo correspondiente, y ajustar un poco mas la dieta de mis hijos; mando hacerles a mi hijos varios exámenes de sangre y de heces y me preguntó si quería hacerles el examen de descartes de celiaquía. Recuerdo que un viento frío me corrió por el cuerpo, era el examen que más le había temido en mi vida... y pensar que cuando era niña lo que más me asustaba eran los resultados del examen de la quinta nota, jajajaja, los problemas de adulta y encima mamá son diferentes. Le dije que SI, y me animé a hacerles el examen. Me dió la orden y ahí la tengo, dándome el valor a ver si le hago los exámenes a mis hijos, uno de estos días, antes de que caduque. Tarde o temprano debo hacérselos. Ojalá y no sean celiacos.
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