domingo, 16 de julio de 2017

Mamá celiaca organizando un cumpleaños con bocaditos con gluten

Mi área de trabajo junto con otra área salimos elegidos como los organizadores para festejar a los cumpleañeros de los meses de Abril, Mayo y Junio 2017.
Pensarán que tal vez, lo indicado hubiera sido desistir de la organización; pero no quería que mi condición de celiaca sea un impedimento para organizar un evento; tomando todas las medidas del caso.
Me empezó a salir humo en la cabeza, pensando en que bocaditos comprar y que les gusten a todos… y si tendría oportunidad de comprar un bocadito libre de gluten, aunque sea para compartir con mis compañeros.

Una compañera de trabajo, Gianella, quien era la más entusiasta, me apoyó en la organización en todo momento. Justamente ya iban a  depositar la gratificación y era el momento ideal que todos dieran su aporte para la celebración de los cumpleaños.
Me acordé de una panadería cerca de mi casa, que los bocaditos los hacen muy ricos, según lo que me contaba mi esposo César… porque yo nunca los he probado, ni los probaré tampoco. Hice el trato con la panadería y al menos con el dinero recolectado, alcanzaba.
Decidí que debería comprar bocaditos criollos, estamos en Julio, mes de la patria y como no acordarnos de nuestro querido Perú, y deleitar los paladares con algo peruano.
Así que las causitas, las butifarritas, los tequeños rellenos de pollo a la brasa con salsa de guacamole, chicharrón de pollo, brochetas de pollo, triples se hicieron presentes y debía haber un dulce y pensé en el suspiro de limeña.

La bebida faltaba, se me iluminó mi cabecita y pensé en la chicha morada. Eduardo, mi compañero de trabajo, me iba a ayudar, me dijo que su mamá preparaba una chicha morada muy rica y esa podría ser la estrella del cumpleaños y lo único que podría tomar.
Llegó el gran día. Fue todo un ajetreo la recepción de bocaditos. ¿Cómo recibí los bocaditos? ¡Ni siquiera toqué la caja! Podían tener gluten, salía de una panadería; así que mis compañeros de trabajo se encargaron de cargar las cajas y acomodarlas en el carrito.



Ironías del destino: una celiaca organizando un cumpleaños con bocaditos con gluten.






Se me hacía agua la boca pensar en los bocaditos con gluten, pero me acordaba que era celiaca y se me pasaba, jajaja.


Llevé mis guantes quirúrgicos para acomodar los bocaditos en las bandejas, y dejar decorada la mesa que con ayuda de Gianella, la mesa de bocaditos quedó muy bonita.
Si bien no comí absolutamente nada en la celebración de los cumpleaños, no podía permitir deprimirme en ese momento; así que disfruté de la rica chicha morada que hizo la mamá de Eduardo qué fue lo que salvó mi lánguido paladar. Tal vez en la próxima organización de cumpleaños pueda conseguir algo libre de gluten para colocar en la mesa y mis compañeros puedan probar algunos bocaditos, y que sepan que los bocaditos sin gluten son ricos también.


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