martes, 30 de mayo de 2017

Como supe que era celíaca (Parte I)



Mi infancia, Mi adolescencia y mis síntomas

He pensado mucho en hacer este post (Parte I) y los post siguientes, más porque hay momentos en mi vida que no quiero recordar, pero sólo lo hago porque quiero que estén informados y que a nadie le pase lo que a mí me pasó antes de ser diagnosticada con enfermedad celíaca. Comenzaré por contar como fue mi salud antes de ser diagnosticada con celiaquía. Por favor, tomen en cuenta las letras subrayadas y en “negrita”.


Antes de empezar ¿Qué es el gluten?

El gluten es una proteína presente en muchos cereales como trigo, avena, cebada y centeno, que se utiliza para dar consistencia a panes y masas.


Mi infancia y los primeros síntomas

Recuerdo cuando mi madre me decía que nací con buen peso (año 1975), aproximadamente 3 kilos y medio, que el médico dijo que iba a ser hombre y nací yo, mujercita. Igual me recibieron con mucha alegría, pero debía usar mis primeros roponcitos de color azul. Mi madre recuerda que en los primeros meses de nacida, no toleraba la leche, continuamente me venían los vómitos y mi abuelita me había puesto de apodo, “la vomitito”. El médico decía que era normal que un bebé vomitara a cada rato, así que igual seguía tomando mi leche. Crecí y mi recuerdo más cercano que tengo era que cada vez que tomaba una siesta y me despertaba, tenía un carácter muy irritable y luego hacía movimientos repetitivos de balanceo. Mi madre preguntó al médico y le dijo “ya le pasará, típico de un niño con berrinche”. Cada vez que llegaba la hora del desayuno y lonche era un suplicio para mí, pues mi madre me daba mi vaso de leche evaporada; yo lo tomaba y sentía un cólico estomacal terrible… no sé porque nunca se lo dije a mi mamá. Pensé que era normal que me doliera el estómago, al tomar la leche. Mi madre, para entretenerme, me ponía un programa del “Tío Johny” que tenía una secuencia en donde tomaba la leche y todos los niños tomaban, y yo la debía seguir; para mí fue una tortura.




A todas las madres, cuando tu hijo o hija rechace la leche o algún alimento en particular pregúntale: ¿por qué? Es muy buena la comunicación de los hijos. Te puede responder un “No me gusta” pero ¿por qué no le gusta? Tal vez le duele el estómago o siente algo raro al digerirlo, así fue como me pasó a mí. Si es bebé o niño pequeño y aún no tiene el lenguaje para responder, observa a que alimentos le tiene rechazo, un pediatra puede ayudar a identificar el porqué. 


Etapa Escolar

Cuando ingresé al colegio era una niña muy callada, la más pequeña de mi salón, delgadita y panzona. Enfermaba a cada rato de resfríos, asmas, infecciones estomacales, alergia al polvo, alergia a la humedad siempre tenía urticaria y después de cada fiebre me llenaba de úlceras en la boca y herpes labial. Era la “enfermiza” como una vez me lo dijeron las compañeras de mi colegio… a veces algunas compañeras de colegio suelen ser crueles.  Cuando cumplí los 7 años, mi hermana menor, nació y sentí como si fue un “despertar” para mí. Decidí dejar de hacer movimientos repetitivos, recuerdo que pensé “no quiero que mi hermana sea como yo”. A medida que crecía, pues seguía siendo delgada, muy pálida e igual de panzona. Mi piel era muy reseca, hasta caspa me salía. También me daba cuenta que en la parte trasera de los brazos y piernas, mi piel tenía la apariencia parecida a la piel de gallina. Pensaba que tal vez era porque mi piel era muy reseca. Mi madre me echaba todo tipo de cremas corporales y no daban resultado. Ella como toda madre, siempre preocupada por mí, me llevó a varios dermatólogos, que me recetaban varias cremas corporales, medicadas, que tenían mal aspecto creo que hasta azúcar, le echaban a la crema. Era muy incómodo para mí, ponerme eso encima, daba resultados por ratos y seguía con la piel reseca y casposa, pero dulce jajaja.
Mi madre preocupada porque no crecía lo suficiente, me llevó a varios médicos que después de examinarme, me recetaron vitaminas, que me ayudaron a mi crecimiento.

Cumplí los 15 años, y era una de las pocas de la promoción de mi colegio (120 chicas) que no menstruaba. No entendía el porqué. Físicamente seguía teniendo la apariencia de una niña de 10, no había desarrollado lo suficiente. El médico me dijo que había que esperar, que en  algunas mujeres su primera menstruación empieza a los 18 años. Cumplí los 16 años, y con todos los síntomas anteriormente descritos, se sumaba otro adicional: me dolían las articulaciones de las rodillas. No podía caminar, el dolor no lo aguantaba. Con mucho esfuerzo caminaba despacito, y así iba al colegio. Mi madre preocupada me llevó a un médico y después de una serie de exámenes, el médico nos dijo que mis rodillas estaban bien, pero yo tenía anemia. Tomé ácido fólico y al cabo de unas semanas el dolor de las articulaciones de las rodillas desaparecieron y por fin llegó la tan esperada menstruación.




La Universidad y los nuevos síntomas

Al fin, cuando salí del colegio viajé al extranjero con mi familia por un trabajo de mi padre. Llegamos a República Dominicana e ingresé a la universidad a estudiar Administración de Empresas. Era el año 1992, y mi salud mejoró un poco. República Dominicana no tenía la diversidad de alimentos que Perú tenía. Su dieta alimenticia se basaba en menestras (habichuelas o frejoles) con verduras y carne. Y en eso se basó mi dieta también; como panaderías no había, el poco de pan que se compraba, lo vendían congelado en el supermercado. Así que en el desayuno sólo comíamos galletas, acompañado de embutidos españoles que eso abundaba, leche vitaminizada, y bastante jugo de frutas.
Luego de un año y medio y ya de regreso a Lima, hice mi traslado a otra universidad a seguir con mi carrera y mi salud volvió a deteriorarse. Visité a un gastroenterólogo que me dijo que tenía gastritis, helicobapter y anemia. Tomé la medicación adecuada y me recuperé por dos meses.
Pasados los dos meses, apareció un nuevo síntoma dolores de cabeza, especialmente cada vez que salía el sol. No me gustaba y hasta ahora no me gusta ir a la playa,  el sol me dá directamente y se me viene la migraña, me salen úlceras bucales y herpes labiales. Prefiero el campo y la sierra.  Ya tenía 25 años y mis desordenes estomacales eran más frecuentes, con vómitos, diarreas, deshidratación y herpes. Mi aspecto físico no me gustaba, se me veía cansada (me dormía a cada rato), pálida, delgada, panzona, piel más reseca que antes y tanta resequedad se transformaba en heridas.  A veces, no sabía que esperar de mí, cada día me ponía más irritable y explosiva; me sentía tan mal, anímicamente y de salud.
Con el fin de mejorar mi aspecto físico, tuve la brillante idea de acudir a un centro de belleza, de esos que te ayudan a bajar “la panza”; la mía era tan notoria, que el que menos pensaba que estaba embarazada. Nada daba resultado, jajaja, hasta risa me da cuando me acuerdo, que seguía igual de panzona y con varios soles menos, por haber invertido en vano.


De Administradora a Cocinera

Terminé la universidad y decidí estudiar cocina… (Continuará)



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6 comentarios:

  1. Es muy importante estos consejos para las personas que no pueden tolerar el gluten, gracias por tu informacion Carmencita y que alegria que nos orientes lo que reaklmente es desconocido para algunas personas como yo que no tenia conocimiento que el gluten era intolerante para algunas personas.

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    1. Gracias por leerme Sra. Gloria. Es bueno que las personas estén informadas y que la celiaquía existe. Un fuerte abrazo.

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  2. Gracias por compartir e informar. Había oído de la intolerancia al gluten pero no sabía los síntomas.
    Espero próxima entrega.

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    1. Gracias por leerme Miriam y estar a la expectativa de mis post. Un abrazo.

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  3. Gracias a tí por leerme. Tu bebé llevará una vida normal, sana, feliz y llena de energía siguiendo la dieta libre de gluten. Sé que es duro, pero todo se puede. Es por ello que cree el blog, para que se tome conciencia de la celiaquía. Un abrazo, y sigueme en mi fanpage https://www.facebook.com/mamaceliacaperu/

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  4. Hola.me.encanto tu historia mi hijo necesita hacerse estudios de ello donde me.recomeindad le sale en la boca lo mismo que tú y también alergias cuáles son los exámenes que debo hacer y en qué laboratorio me recomiendas y que especialista también mil gracias por tu post

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