Tengo una amiga muy querida, se llama Jessica. A Jessica, la conozco hace poco, sin embargo hemos logrado una empatía inmediata. Ella es celiaca como yo, y siempre estamos juntas en las buenas y en las malas. Cuando conocí a Jessica, es obvio que ambas teníamos algo en común: la celiaquía.
Un día cuando le sugerí comer un postre sin gluten, me preguntó si tenía azúcar porque el azúcar e inclusive la panela le caían muy mal. Me sorprendí con lo que me contó, pues me dijo que al digerir azúcar le provocaba un malestar general.
¿Acaso la celiaquía tiene una relación con la intolerancia a la sacarosa?
A mí me gusta el dulce, y nunca tuve problemas con el azúcar. Así que me puse a investigar a que se debía que una persona celiaca sea intolerante a la sacarosa también, a ver si había una explicación. Es común que la mayoría de celiacos seamos intolerantes a la lactosa, pero desconocía sobre la sacarosa.
Según lo que encontré en Wikipedia “La falta de la enzima sacarasa en las vellosidades del intestino delgado provoca que la sacarosa (azúcar común) pase sin digerir al intestino grueso, donde es fermentada por las bacterias, produciendo gases, malestar, diarreas, e incluso sangrado. El origen de la intolerancia a la sacarosa es debido, en la mayor parte de los casos, a un déficit congénito de la enzima sacarasa.”
La intolerancia a la sacarosa a veces está relacionada con la intolerancia a la lactosa. A partir de ahí, es cuando me di cuenta de que varios celiacos intolerantes a la lactosa pueden ser también intolerantes a la sacarosa también, no todos por supuesto. Es por ello que varias personas intolerantes al gluten, a la lactosa y sacarosa buscan endulzantes alternativos, y entre los más utilizados se encuentran:
- La Stevia
- El Agave
- El Xilitol
- El Azúcar de coco
Aunque cada persona es diferente, y no a todos les cae bien todos los endulzantes alternativos. Otros celiacos optan por no consumir azúcar refinada aunque lo toleran, porque la consideran perjudicial para la salud.
De los 4 endulzantes que he mencionado, creo que el que más me tiene sorprendida es el azúcar de coco. Hace poco la descubrí en una tienda y tiene un sabor muy parecido al azúcar normal, solo que es más natural. Me arriesgue a preparar un bizcocho con el azúcar de coco y el resultado fue muy bueno.
Mi amiga Jessica que comió el bizcocho me dijo que le gustó y lo más importante es que se sintió muy bien, sin ningún malestar. ¡Que feliz me sentí!
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