lunes, 13 de noviembre de 2017

Nos vamos al estadio a ver el Repechaje Histórico


Hace 35 años, que mi querido Perú no clasifica al mundial.

Tengo recuerdos lejanos que en el año 1982, vi un partido de Perú en el mundial, y aunque perdió, pues Perú estaba en el mundial.

En estas últimas semanas, en el Perú se vive un ambiente diferente. Estamos a un paso del mundial pero sólo nos falta un partido para ganarle al contrincante en el repechaje, es decir Nueva Zelanda. El último partido, se define el miércoles 15 de Noviembre, en el Estado Nacional de Lima. Algo curios fue que, esta vez, para comprar las entradas se hizo un sorteo entre todos los interesados en querer ir al partido, previa inscripción en la pagina web, y si ganaba tenía derecho a comprar solo dos entradas para el esperado partido. En este caso yo me inscribí por sugerencia de mi esposo, que sueña como todos los peruanos ver al Perú en el mundial. Pero en realidad, no le tomé mucha importancia al sorteo, sin embargo, igual participe y para mi sorpresa:… ¡GANÉ!.

César pagó con anticipación las entradas por internet y solo faltaba recogerlas en el Estadio Nacional, sonaba fácil, pero no es así. Todas las personas que habían adquirido entrada en las tribunas de occidente y norte, tenían que recoger las entradas el domingo 12 de noviembre.
Mi única preocupación para ese día era quien cuidaría mis hijos ese domingo, porque al ser la ganadora tendría que ir yo personalmente, y por reglamentación también mi esposo, que había pagado las entradas.

Después de varias conversaciones, se acordó que los abuelos paternos se encargarían de uno de mis hijos y los abuelos maternos del otro. Por fin, llegó el gran día, y decidí no desayunar, sólo comer un pedazo de pan apto, simplemente no podía darme el lujo de digerir un desayuno completo cuando estaba con los nervios de punta pensando cuanto nos íbamos a demorar haciendo la cola para recoger las entradas. De los nervios tal vez, tendría que necesitar un baño, así que mejor no desayunaba.

Después de dejar a mis hijitos con sus respectivos abuelos, nos embarcamos camino al Estadio Nacional, donde llegamos a las 11:00 am aproximadamente. La cola que ví ni bien volteamos la esquina era increíblemente inmensa. Tengo que confesar que era tal mi desesperación por la hora que en ese momento estuve muy tentada en comprar el sitio en la cola que ofrecían de rato en rato algunos  señores y salir rápido de eso, pero desistimos a fin.



Así que aguantamos históricamente 3 horas haciendo la cola con el sol encima y todos los vendedores de todos los souvenirs inimaginables de la selección peruana y de sus principales jugadores. Reconozco que lo que más me provoco comprar en la cola era la gaseosa helada, y unas galletas cualquiera para comer, pero por obvias razones también desistí a eso.

No me explico cómo no se organizó de una manera ordenada el recojo de entradas ya que había una sola cola en un solo lugar para todos, pienso que pudieron organizarse para hacer la entrega en diferente lugares ya que de esta manera todo era un caos. Mi esposo en forma de broma me dijo que más rápido salía el trámite para casarse por civil, que recoger nuestras entradas.



Cuando por fin llegamos a boletería nos sentimos en la gloria, aunque la experiencia fue agobiante, yo había ganado el concurso más deseado del Perú y me sentía en éxtasis. La persona que me atendió me entregó las entradas que estaban con un sobre cerrado con mi nombre. A cambio, le entregamos la copia de los documentos y firmé; reconozco que todo eso, hasta risa me dio, ya que me decía a mí misma: “¡todo por un par de entradas!”.








Al final, regresamos volando a ver a nuestros hijos y finalmente comer algo apto para mí, pero con la satisfacción de lograr la meta del día, así como de haber resistido la tentación de comer algo con gluten. Fue un excelente día para mi!!!



2 comentarios:

  1. Jajajjajaja q anecdótico Carmencita...al menos tendrás la suerte de ver como clasificamos al Mundial...y de pasito a los churros de Nueva Zelanda 😂😂😂

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