Todas las personas que van a comprar en tiendas, supermercados, alimentos embolsados o enlatados; a veces hacen las compras a “ojos cerrados”; me refiero a que simplemente toman los productos que necesitan y se los llevan, sin tomar en cuenta que en el etiquetado de cada producto hay demasiada información que bien puede servirle al consumidor.
Sin embargo, nosotros, los celiacos, si estamos acostumbrados a ello, a leer siempre el etiquetado, porque nos urge saber si el producto es libre de gluten o no, y si aun así el producto tiene la etiqueta certificada libre de gluten, pues leemos el resto de la información para tener mayor seguridad sobre los componentes, o si el producto fue elaborado en un ambiente apto, o por un tema de alergias y/o en caso tuviera alguna otra advertencia particular. He encontrado en los supermercados, ciertos productos que indican ser libres de gluten, pero al leer todo el etiquetado me doy con la sorpresa que tiene avena y que en el ambiente donde fue procesado, también se procesaba harina de trigo ¿conclusión? el producto no es apto para celiacos.
Hay personas que no son celiacas, que también leen los componentes de los productos embolsados y enlatados, para ver: los niveles de sodio o las grasas trans que tiene el producto, por ejemplo. Otras personas, dependiendo el estilo de vida que tengan, pueden leer el etiquetado de los productos para asegurarse si son veganos o si son Kosher.
El fin único del etiquetado es informar, informar que alimento va a entrar a nuestro organismo, y así ver si nos beneficiará o no. Está en nuestras manos cuidar siempre de nuestra salud y siempre leer el etiquetado, independientemente sea celiaco o no.
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