viernes, 18 de agosto de 2017
¡Hay un fideo en mi sopa!
Como todos los días me fui al trabajo tempranito. No había sobrado nada del almuerzo del día anterior, así que sólo llevé mi desayuno… crucé los dedos a ver si en la hora del almuerzo, se me hacía el milagrito de encontrar una comida libre de gluten (sin trigo, sin avena, sin cebada y sin centeno).
El desayuno me quedó chiquito. Por reloj, miraba con ansías como pasaban los minutos, esperando la hora del almuerzo. Cuando, por fin, salí a almorzar, me dirigí al restaurante más cercano que había en mi trabajo, como ya sabían mi condición, tenía la esperanza de comer algo rico.
Tan pronto llegué, hice mi pedido:
-Buenas tardes, una dieta de pollo (sopa de pollo), sin fideos. De segundo el pollo sancochado con arroz, verduras sancochadas y un huevo sancochado. Ya sabe como siempre –le dije a la encargada
-Carmencita, tendrás que esperar aunque entre 15 a 20 minutos, hay muchos pedidos –me dijo
-Bueno, esperaré –le dije
Pasaron 5, 10, 15 minutos y mi plato no llegaba; mientras que observaba con cierta envidia como eran despachados los platos del menú rápidamente (todos con gluten).
-Ojalá y hubiera un menú para celiacos y no tuviera que esperar tanto –pensé
Llegaron los 25 minutos y llegó mi caldo de pollo. ¡Qué alegría! A medida que tomaba mi caldo, me dí con la ingrata sorpresa que había un fideo. De acuerdo a lo que ellos me dicen, el caldo que preparan nunca le echan fideos, entonces ¿qué pasó?, llamé al mozo inmediatamente.
-Señor ¡hay un fideo en mi sopa! Usted sabe que soy celiaca, me puedo poner mal en cualquier momento, ya no voy a seguir comiendo –le dije
El mozo se quedó callado, me le veía que su rostro estaba apenado y me trajo el segundo plato.
Lamentablemente, el pollo no estaba bien sancochado, estaba cocido pero sabía horrible, lo único bueno era la papa amarilla sancochada y un par de huevos duros. El arroz parecía que lo habían sacado del fondo de la olla. Nuevamente le día mi queja al mozo, que con mucha pena me dijo que verdura sancochada no iba a haber, se habían terminado.
Hice mi queja donde la encargada y sólo se limitó a decirle “Lo siento”… más lo iba a sentir yo, cuando me venga la migraña, el cólico, y los dolores musculares.
Salí decepcionada… nunca más volvería a ese sitio.
Me acordé que mi amiga Eliana, me recomendó una pastilla suplemento enzimático digestivo especial para ayudar a digerir el gluten y los carbohidratos, en caso de contaminación cruzada: Gluten Assist. Un pariente me la había traído de Estados Unidos, y era momento de “estrenarla”. Llamé a mi amiga, y me recomendó tomar dos pastillas de Gluten Assist inmediatamente, regular líquido y que por ese día una dieta blanda. Parecía mi médico de cabecera. Más o menos yo sabía lo que tenía que hacer, pero nunca había tomado el Gluten Assist, así que seguí las indicaciones al pie de la letra.
Menos mal, sólo tuve cólicos de gases y superé el impase. Ante lo acontecido en ese día me quedó una moraleja: Siempre llevar mi lonchera apta para mía y tener siempre a la mano las enzimas digestivas. Seré más cuidadosa la próxima vez.
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Que restaurante es para no ir, que pésima atención
ResponderEliminarLo mas importante no es el nombre del restaurante, lo mas importante Helen, es que en cualquier restaurante donde cocinen comida con gluten, puede haber contaminación cruzada. Lo ideal es llevar siempre una lonchera apta o ir a un restaurante o cafetería donde exclusivamente cocinen sólo comida sin gluten. Un abrazo, y gracias por leerme.
EliminarMe apena que hayas pasado por esa situación, Carmen ��
ResponderEliminarSuele ocurrir lamentablemente. Es preferible tomarse un poco más de tiempo para prepararse una lonchera y evitar pasarla mal con los efectos del gluten en nuestro cuerpo. Ojalá se abrieran nuevos locales de comida para los celiacos e intolerantes al gluten ������ Gracias por compartir tu experiencia con nosotros. Bendiciones!!