Es muy usual que, a los celiacos nos detecten la celiaquía en fase adulta; sin embargo, como habrán leído en mi post “Cómo supe que era celiaca”, yo sentí síntomas desde que era bebé, pero nunca me diagnosticaron celiaquía hasta que fui muy adulta.
No obstante, el caso que voy a relatar, es de la hija de mi amiga Sandra, cual fue diagnosticada con celiaquía cuando cumplió 1 año 3 meses ¿pequeña verdad?
Un día Sandra me contó:
“Leí tu post donde ponías como habías sido tú desde bebé, y me sorprendí porque a mi hijita le pasaba lo mismo cuando yo la amamantaba. Mi bebé regurgitaba mucho, devolvía la leche materna a cada rato. Muchos chanchitos con leche, y a cada rato estomago suelto”.
Cuando su hijita inició con las papillas, seguía con el estómago suelto, lo que alertó aún más a la mamá. Al igual que a mí madre, le dijeron que era “normal” el problema de su hijita y le recetaron enterogermina… en mi época no existía enterogermina, así que mi mamá me daba infusión de anís.
Volviendo al caso de la bebita, la situación mejoró un poco después de la enterogermina, pero seguía haciendo deposiciones blandas. Cuando cumplió 11 meses, y fue la primera vez que probó pan, después de unas horas, empezó a llorar desesperadamente y con gritos sumamente fuertes. Los padres rápidamente se dieron cuenta que eran cólico de gases, así que el gaseovet hizo calmar a la bebé.
Después de ese episodio, le dieron dieta blanda y todo parecía mejorar hasta que la mamita decidió cambiarle el cereal de arroz que siempre le daba a su hijita por un cereal con trigo y ¿adivinen que pasó? Empezó con diarrea diaria.
Cuando Sandra me contó su experiencia, supe que su hija y yo teníamos algo en común, somos como hermanas (tranquila Sandra eres joven para ser mi madre, no te asustes).
El pediatra le aconsejó que le diera dieta de pollo con fideos… y la diarrea aumentó. Le hicieron análisis de sangre y no tenía infección. Le dieron galleta de soda, lo que se da normalmente en casos de diarrea, y se puso peor.
Hasta que un Angel se apareció, sin alas, pero con una raqueta en mano
Un día, Sandra, luego de analizar las causas, le contó a su esposo que, los sucesos se desencadenaron cuando había cambiado el cereal de arroz por el de trigo y él le dijo, casi sin pensar:
¡¡¡¡Es celiaca!!!!
Sandra nunca había escuchado ese nombre, pero su esposo quien es deportista y tenista, es admirador de Novak Djokovic, y había escuchado de la dieta libre de gluten por el tenista y hasta el libro se había leído. Le explicó a Sandra los síntomas y todos eran similares a los que tenía su hijita. Como cosas del destino acudieron donde el pediatra, quien también al mismo tiempo se le iluminó su cabeza:
Es celiaca, pero vamos a hacerle los descartes por análisis de sangre.
Copiaré textualmente las palabras de Sandra después del diagnóstico de su hijita y que se aplica a todo celiaco:
Nunca más trigo, cebada, avena ni Centeno. Y se empezó a recuperar y subir de peso.
Sandra para ti y tu hijita va dedicado este post, me pareció muy importante e interesante tu testimonio.
A ti pequeña, que tal vez no me conozcas todavía, déjame decirte que te admiro mucho, porque a pesar de ser tan pequeñita, entiendes lo que es seguir la dieta libre de gluten para mantenerte sana y llena de energía. Un día nos conoceremos. Te envía un fuerte abrazo y un beso tu tía Carmen, Mamá Celiaca Cero Gluten.
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