domingo, 3 de diciembre de 2017

Una reunión entre amigas Cero Gluten



Se acerca la Navidad, y es una buena excusa para realizar una reunión entre familiares y amigos. Desde que me diagnosticaron celiaquía, siempre sentí la necesidad de reunirme con un grupo de personas celiacas así como yo, para compartir experiencias y así no sentirme fuera de lugar. Si bien ha habido reuniones organizadas por la asociación, más que todo han sido conferencias en donde acuden varias personas que sienten curiosidad por saber que es la celiaquía y otras personas que son celiacas y quieren mantenerse informados.

Este año, pensé que podría ser diferente. Le comenté a César que quería realizar una reunión de fraternidad entre un grupo de celiacos seguidores de mi blog, un pequeño grupo, con quienes converso más seguido (es lo maravilloso de las redes sociales) pero nunca los había visto personalmente y menos escuchado su voz.

Así que decidí realizar la reunión y convocar a un pequeño grupo significativo. Estaba entusiasmada por la idea y nerviosa a la vez. Decidí que fuera un compartir en donde cada uno llevaría algo de su dieta sin gluten o sino podrían adquirirlo en La Casa del Celiaco, en donde se organizaría la reunión. Yo me decidí a llevar la leche de coco, que lo más difícil de prepararla, es partir el coco y pelarlo, jajaja, pero lo hice, menos mal no se rompió la loseta de mi casa.



Llegó el gran día. Ese día sabía que sería ajetreado pues antes tenía el agasajo navideño que ofrecía mi trabajo a los hijos de los trabajadores, y quería llevar a mis dos príncipes. Pues sí que los niños tienen una energía inagotable, estuvieron corriendo y jugando todo el día la pasaron super bien. Yo estaba cansada pero emocionada de la reunión que tendría.

Deje a mis hijos en casa, y con César nos fuimos a la Casa del Celiaco. Cuando llegué ya habían llegado las dos primeras invitadas, Lisbeth y Dalia ¡qué alegría sentí!, ellas estaban emocionadas también pues nunca habían tenido una reunión exclusivamente de celiacos.

Y ahí estábamos los 5 conversando, Lisbeth, Dalia, Violeta, mi esposo (que aunque era el único que no era celiaco también se nos unió) y yo por supuesto. Conversamos sobre la celiaquía, el gluten, las alergias, las endoscopías, las biopsias, como nos sentíamos actualmente, y cómo había afectado la celiaquía en nuestras vidas. Luego se nos unió a la conversación Jessica, otra invitada, con quien también compartimos experiencias. Llegamos a la conclusión que nosotras 5, habíamos pasamos por momentos muy difíciles, algunas estaban vivas de milagro, así como me leen de milagro, porque se les apareció un médico iluminado quien acertó en el diagnóstico y cada una empezó su proceso de recuperación. Simplemente nosotras como celiacas nos sentimos personas normales, que vivimos la vida intensamente por cada cosa que nos pasa, y nos consideramos grandes guerreras. Entre nosotras nos sentimos comprendidas, y disfrutamos a más no poder esa reunión, estábamos en familia. Comimos cupcake sin gluten, panetón sin gluten, pastel de choclo también sin gluten y por supuesto estaba la leche de coco que hice que según las personas que lo probaron, me salió muy rica. Punto para mí.


 El tiempo pasó y llegó el momento de la despedida… quedaron tantos temas pendientes por conversar. Aún así decidimos reunirnos muy pronto, era el inicio de una bonita amistad.

Este post se lo dedico con mucho cariño a mis nuevas amigas Lizbeth, Dalia, Jessica y a mi gran amiga Violeta. Un fuerte abrazo chicas, y a seguir adelante con la dieta cero gluten.

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