martes, 16 de enero de 2018

La última tentación del celiaco



-¿Y no te provoca comer algo con gluten?¿una empanada, un triple, una torta, una galletita? –me preguntó una vez un amigo.

Pero, por supuesto, lo peor de todo es que nosotros los celiacos siempre estamos expuestos al gluten, todos los días, desde que nos levantamos vemos algo como un pedazo de pan, un dulce que puede ser en nuestra casa (si convivimos con alguien que no es celiaco), en la televisión, en la calle, en reuniones, y si eres padre de familia en las fiestas infantiles de los hijos. Me ha pasado muchas veces. El desafío por parte de nosotros, es resistirse a ello.

Hace poco, tuve un sueño aterrador, que muy probablemente dará risa:

“Soñé que estaba en un restaurante me servían una hamburguesa y una jarra de cerveza. Cuando vi estas dos cosas en mi mesa, recuerdo que grité: ¡Pero yo no puedo comer esto, yo no puedo tomar esto!”

Y me desperté agitada y con tremendo susto, que ni un cuy, ni el huevo recién puesto de la gallina me lo quitaba. Creo que varios celiacos, habrán tenido este tipo de pesadillas.
Hace poco, me escribió una amiga Argentina, que es celiaca como yo, y me contó que se sentía indispuesta. Me quedé preocupada porque es una persona que cuida mucho su salud y no dudó en comentarme que había comido algo con gluten… que sabía que tenía gluten, pero cedió a la tentación. Exactamente me escribió:

“Yo he sido demasiado fuerte. Pero la tentación siempre está ahí poniéndonos una prueba”

Con tristeza, me dijo que había comido su golosina favorita, y no pudo aguantarse. Se calificó como una tonta por no cuidar su salud, pero a la vez no se arrepentía de haber comido esta golosina porque era algo que extrañaba desde hace tiempo. Ante esto que me contó mi amiga, no pude evitar ponerme triste, y llorar con ella. ¿A quién no le ha provocado algo con gluten y se lo ha comido? Reconozco que una vez, cerré mis ojos, no quise ver la realidad de las cosas, engañé a mi mente y en mi cabeza “loca”, pensé que un alfajor de harina de arroz hecho en un ambiente con gluten era apto: lo comí y me puse tan mal… tan mal, que tarde una semana en recuperarme. Aprendí mi lección, me prometí a mí misma, cuidarme mejor. Cuando sucedió esto, estaba soltera y sin compromiso, así que me di el lujo de descansar para recuperarme. Ahora las cosas han cambiado, tengo tres hijos varones (mi esposo incluido) y la mamá no descansa.

-          La mamá nunca descansa –me dijo mi mamá una vez- una vez que eres madre, no duermes nunca, ni aunque el hijo se haya casado, siempre una piensa en ellos.

Así que ahora, tengo muchísimo más cuidado en lo que como, prefiero quedarme varias horas sin comer, a probar algo que sospeche que tiene gluten, enfermarme y no atender a mis hijos. No puedo juzgar a mi amiga. ¿Con qué cara, si yo hice lo mismo? Estuvo mal, pero la comprendo. Solo le diré que no lo vuelva a hacer, el cuerpo del ser humano es tan desconocido a veces que las reacciones a la intoxicación con gluten, no siempre son las mismas. Todo sea por tener buena salud.

Este post, está dedicado a mi amiga Julieta.
 

1 comentario:

  1. Toda la razón carmen!😊 si la verdad es que todos los dias es una lucha diaria por no comer cosas con gluten! Una lucha contra mis impulsos! Debemos ser fuertes para no contraminarnos y sentirnos mal! Yo comi un snack aun sabiendo que no debía hacerlo porque lo deseaba mucho pero después tuve mis consecuencias! Y me arrepiento porque termine muy descompuesta! Creo que aprendí mi lección!mi salud será mas importante que la tentación!😎❤ muchas gracias carmen por haberme acompañado desde la distancia siempre como amiga en mi salud y todo!y por compartir tus experiencias y conocimientos a los demás!gracias por dedicarme este post! 😘 realmente a quien no le ha pasado de tentarse y caer en la tentación!😲 A seguir remándola que somos fuertes como tu dices!
    Besos desde Argentina a Perú!
    😘😘😘
    Arte: JULIETA😊

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