sábado, 5 de enero de 2019

Unas fiestas navideñas fuera de lo común



“¡¡¡Y llegará pronto el verano!!! Mas calorcito y mas luz para nuestra querida Lima y a las personas le gustará comer más helados"

Ese fue mi pensamiento durante la quincena de Diciembre.

Con anticipación César y yo nos inscribimos en 3 ferias navideñas para vender helados, galletas y bizcochos sin gluten… ahí verificaría que tan aceptada era mi marca de productos saludables y sin gluten.

Creo que aparte que tuve que dejar a mis hijos al cuidado de la niñera porque veríamos varias ferias, pues mi otra preocupación era que mis bizcochos crezcan y mis galletas de jengibre salieran perfectas. Se me vino al pensamiento, cuando años atrás me ponía a llorar mirando el horno o cuando sacaba un supuesto bizcocho que seguía sin levantar y con el aspecto de ser un globo desinflado, pues no me di por vencida y esta vez iba a vender un buen producto después de muchos intentos fallidos finalmente había salido algo rico.

La gente que compraba mis productos no creía que fuera sin gluten, les parecía una galleta normal y sobre los helados pues les gustó sentir la fruta fresca dentro del helado y que el azúcar y la stevia no sea tan invasiva hasta empalagar. Estaba perfecto.



Pues sí, tenía competencia de otras empresas de helados que se me acercaban de manera incognita a averiguar cómo me salía el helado vegano de coco con stevia; pues se quedaron con la interrogante; sin embargo, a un chico de la competencia le vendí unos helados veganos (sin saberlo). Luego, ellos mismos se presentaron conmigo, con mucho respeto presentándome sus helados en rollos, pero bueno, sus helados tenían gluten así que me abstuve en comprarles.


Reconozco que entre las personas que se acercaron a mi stand, hubo gente que me dijo: “A mí no me des nada sin gluten, yo quiero un monton de harina, azúcar, que se sienta”. Intenté convencerlos que mi producto era bueno y tenía buen sabor pero aún así no quisieron, y se fueron.

Sin embargo, hubieron varias personas que si les encantó y que no sólo eso; sino que terminando la feria me buscaron a la tienda o me siguieron en el Facebook e Instagram.

Esto fue un gran reto para mí, habían días que no quería ni levantarme de la cama por el agotamiento o porque mis ventas estuvieron bajas, reconozco que para algunas personas los productos sin gluten tienen mal sabor y textura, y quiero que vean que están muy equivocados. Otras personas me preguntaban:

-          Y si como tu producto sin gluten no engordaré? –me preguntaban

-          Le aseguro que su barriga no se hinchará y no sentirá pesadez -respondí

Llegada la navidad, sumamente agotada, me decidí hacer la cena navideña para la familia. Hasta ahora no me lo creo que me salió bastante rico todo. En años anteriores, no me salía mal, pero no estaba delicioso, lo reconozco; pero esta vez fue muy distinto. Mis padres que siempre tienen mucho cuidado en su alimentación, se animaron a comer el pavo al horno que hice y les gustó bastante, al igual que a mis suegros y a mi esposo. Yo quedé satisfecha, aunque por un descuido, casi termino dentro del horno durmiendo.




Pasé una muy buena navidad, mis hijos y mi esposo sanos y la cena bien hecha finalmente... incluyendo un rico panetón sin gluten que me compré, que mas puedo pedir!



Llegó el año nuevo, un poco más descansada y mirando en retrospectiva lo que fue el 2018 para mí:

-          Renuncié a principios del 2018 a mi trabajo (era trabajadora dependiente): fue algo osado, lo pensé mucho, la verdad es que cuando uno tiene un trabajo fijo ya se sabe que recibes una mensualidad, tienes seguro y el bienestar de la familia está asegurada. Pero ¿Qué pasa cuando no estas a gusto?¿cuando las metas cambian? O ¿cuando todos los días vez comer cerca de ti comida con gluten y se vive con el sobresalto de salir contaminada?. Lo pensé muy bien junto con mi esposo, y a través de un mensaje que me llegó de mi amiga Mary, una mujer emprendedora y empresaria, tomé la decisión y renuncié.

-          Con el dinero que recibí de mi renuncia, pagué deudas, compré artefactos y pensé en un negocio. Tenía en mente la heladería, pero necesitaba varios insumos sin gluten como preservantes, sin gluten y era difícil conseguir, hasta que aparecieron los helados en rollos, una propuesta caída del cielo.

-          César y yo le hemos puesto mucho esfuerzo para que funcione y estamos todavía empezando y todo comienzo es difícil. Con un trabajo independiente, y un día no se trabaja, pues simplemente no se gana nada.

-          Encontramos personas que nos apoyaron en el proyecto, unas se quedaron, otras nos fallaron y se fueron. Seguimos adelante.

-          Mis hijos se enfermaron con mas frecuencia en este invierno 2018, ahora ya están sanos junto con mi esposo que me dio la mano.

-          Me contaminé sin querer tres veces en este año 2018, espero que 2019, nunca me contamine.

-          Gracias infinitas por el aliento a Mary, Violeta, Jessica, Lizbeth, Danny, Francesca, Alessandra, Karlita, Milady, Lorena, mi esposo, mis padres y mis suegros.

-          Si bien cada día es una continua lucha, pues lo importante es seguir adelante perseguir el sueño y nunca darse por vencido.



FELIZ NAVIDAD, FELIZ AÑO NUEVO Y FELIZ BAJADA DE REYES!!!





No hay comentarios:

Publicar un comentario